Según salimos de la plaza, la primera calle a mano derecha nos va a conducir hasta el primero de sus edificios más destacados como es la iglesia de Santa María la Sagrada, una construcción renacentista del siglo XVI, de pobre arquitectura exterior que guarda en el interior verdaderas maravillas como pueden ser su magnífica bóveda de cañón, el retablo mayor del año 1.548, varios retablos laterales platerescos, un Cristo de Francisco Giralte y una Inmaculada del taller de Gregorio Fernández.
De Interés Turístico
buscador
Voltar